Paisaje

cadente transitar, como el del mar hacia la costa, baldosas y bocinas combatiendo con mi largometraje. Silbido que me muestra que el invierno va conmigo, jugueteando con su esencia de magia y vil asesino. La catedral impone su majestuosidad en nuestro camino, desviando nuestro andar y con el nuestro destino. Risas y carcajadas provenientes de otros films americanos, donde reina coca-cola y pochoclos en las manos, los cuales me permiten ingresar a ellos por un segundo, aquella fracción de tiempo en el que su andar opuesto converge con el mio por el charco de la vereda rota. Una manta vieja sobre el suelo sirve como puente hacia tus ojos, plagados de inocencia, desconfianza y niñez. Cruzando el puente encrucijadas se presentan, colmadas de versiones atadas al tiempo. Tu pasado, este presente y el futuro transitan mis lagunas, dejandome sedente en la manta y tu mirada. Mientras tanto mis pasos se alejan consumiendo el sol y gritando a las estrellas. Golpes y presiones, siestas sin canciones, fuerza sobrehumana en tus manos femeninas de niña envejecida, color odio en tu piel, sembrado por la indiferencia de quienes proclamaron tu sentencia.La arena se arremolina abrazando las farolas y mi marea sube arrasando con la costa. ¡Victima! que sostienes destinos ajenos, cordero que afila sus dientes entre aves de rapiña, con la iglesia a tus espaldas y sus muros inalcanzables. No deseches tu esperanza, se que en este momento pesa y te hace vulnerable ante quienes la han perdido, pero confío en tus ojos, puedo ver en tu misterio y se que tu candado se abrirá cuando el sistema duerma y volverás a encontrar aquella tarde de bufandas, donde solo algunas galletitas, despertaron tu sonrisa.

...SP*