El letal abismo hoy me abraza y me muestra suspendido en su frío, mientras la marchita brújula del sentir observa con su arrogante altaneria, mis absurdos movimientos de naúfrago atemorizado, que no descubre si el atras o adelante son su camino correcto. Viento y voces, risas y atemorizantes dolores me inmobilizan en la fabrica de sueños, reduciendo mi languida figura a la mas vil gota de acido que tiene en su naturaleza el poder de lacerar o construir el mas hermoso surco del futuro aguafuerte...
Con el miedo a perderlo todo, la delgada niebla me acaricia hacia su seno y estaticamente me dejo llevar, temiendo cambiar el rumbo debido al peso de mis huellas que marcan el suelo eterno como letal dentellada que sangra, duele y vuelve a sangrar, desesperando a quien la carga al no encontrar un lamido que las sane...
Me observo como la madre que sufre el dolor de su hijo en su propia carne y dispuesta se encuentra a cambiar su llanto por la lanza que penetra en el costado. Invernando aprezuradamente dentro del caparazon, cubriendo el alma con la mano para no observar el dolor del cual no soy dueño pero si culpable. Muto de mariposa en oruga, ya oruga... arrastrandome... envenenando, busco el sol de Enero que devuelva tu sonrisa, sueño con la estrella que nos da el futuro unidos. Lloro, amo, odio, vuelo... vuelo y muero, sangro y anhelo la llegada de la primavera y ese polen que elabora la sagrada miel que me despierta, y me deja posarme en la arena de aquel beso en tu espalda.
Veo tus ojos recorriendo estas lineas y obsevando conmigo el tiempo irreal, el ayer que es hoy y mañana, y la esperanza que siempre estará latente, de encontrar el eclipse en aquel 21 de febrero. Sabes que hoy te plasmo en verso y mi comunicacion no necesita de palabras para que te veas en aquel cuadro violeta y rojo...
SP*
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