De regreso...

Con mis piernas distedidas en el banco de tibia madera, observo en tu sonrisa aquella dulce estrella. Resulta increible el percibir como ese manto naranja de luz calida abraza las paredes, arrebatando su fria esencia y otorgando suavidad fluida al aire. Impactante es esta fotografia, que me muestra entre los protagonistas sin realmente serlo. Deslumbrante el hecho de poder lograr tal conexion sin saber siquiera quien eres, solo con una simple expresion, explosion, cancion, melodia que domina el alma de las fieras y no existe materialidad capaz de conquistarla en su mas pura expresion...
Rotos los afiches de aquella añeja esquina, que agradece ser testigo de un nuevo rayo de sol que resusite su estaticidad. Vibrantes y crecientes los charcos acordonados, frutos de la fiel union de los diamantes que acarician mejillas y besan asfaltos tras la gris espuma que lo nubla todo...
Extasiante sonrisa que desafia el todo brota de mis labios, con la magica tranquilidad de no encontrar un motivo, un lugar, llenando mis pulmones de esa creciente emocion de noche navideña con seres amados a quienes observo desde abajo...
Divagando dejo atras el banco y recibo esta vez una lluvia de ideas, sensaciones, emociones,0 que encausan en la conclusion de lo irreal del tiempo y el espacio, cuando somos abrazados por aquel estímulo que nos remonta a otro tiempo ya vivido, degustado, atrapado por el don de nuestro oido, mientras aquel disco spinettiano envolvia esa armonica union almasanguinea, en el pasillo cubierto por el negro manto con agujeros en aquella noche de verano, que regresa melancolicamente para hacer mi viaje melodico infantil y amado, entre la urbe y estos 20 años...