Barrilete

Y así remonto, como barrilete a las 4 de la tarde, donde todo es suave entre nubes y las risas de los niños hacen un dibujo guiadas por sus corridas eufóricas, eternas, atemporales, que son el momento y el lugar, sin ayer ni mañana, con el Sol como fiel acompañante y la Luna como gran aventura y transgresión, que llena de ansiedad y otorga por momentos independencia.
Vuelo entre sentires, dilemas, planteos, desafiante a la ley de gravedad que a todo derrumba y sostiene. Pero algo aun me aqueja y es esa piola en mi tobillo, que me ata y me sostiene, transformándose en un lazo repulsivo, aunque a veces necesario, con la tierra misma y sus banalidades, esas piedras polvorientas y la juguetería que te muestra el dolor de nuestros padres, capaces de dar todo siendo barriletes, pero por momentos atados a esa realidad de piedra sucia.
Piedra que se transforma en todo, en los ojos de algunos, y planteándome la problemática de si lo que veo son ojos que reflejan piedras o piedras que reflejan ojos y así mis cuestionamientos, mi rabia y lastima, mi ascenso por escalera automática fría y desbordante de gente, que baja, baja y solo baja eternamente.
Mientras barrilete me pregunto, ¿Aman realmente? ¿Conocen el amor? ¿Conozco el amor? Reniego contra esa relación de posesión que tanto se aleja del volar libre de dos golondrinas hacia la tibia primavera, capas de calentar el nido y ser custodia del primer canto de los polluelos. Reniego de su ignorancia e indiferencia que se aleja de la empatia, y se torna habilidad imprescindible para llevar adelante sus falsos paraísos o ideales politizados..
Cuanta piedra recubierta en papel de barrilete, que cree sonreir con las nubes y y recostarse en esa brisa silenciosa que contempla nuestro sueño. Sin embargo ciegos de egoísmo se aferran a su polvo, y ascienden por un árbol solo para caer con mas fuerza y marcar el suelo en huella imborrable.
Hoy barrilete, en tiempo de aviones a control remoto, resulta difícil esquivarlos y que por momentos su andar no nos arrastre, aunque siempre contaran con la desventaja de creer que son mas rápidos y veloces, sin contar que mi vuelo es antiguo como el otoño y para poder lograrlo es necesario que mil nubes te abracen, mientras el viento te sostiene, y vos agradecido a ellos y ellos agradecidos a vos, como en el eterno ciclo del dar y recibir.